Cáncer

Un buen amigo, que ha pasado por momentos muy duros a causa de su enfermedad, me pide que incluya en mi blog estas reflexiones que hizo en un momento muy malo de su vida. Accedo gustoso a su pretensión y aquí teneis su pensamiento.
Cáncer.
O.E.A.
Todos, al oír esta palabra nos echamos a temblar. Nos recuerda amargura, dolor, desesperación, muerte.
Los que llevamos años conviviendo con la enfermedad y sus secuelas sabemos bastante de eso. Pero la medicina ha avanzado mucho y ya no es tan trágica como hace veinte o treinta años. Ahora ha pasado a ser una enfermedad perfectamente curable y puedo dar fe de ello.
Cuando se pasa por momentos de angustia y desesperación necesitas una mano amiga a tu lado, alguien que te diga que no estás sólo, que te ayude a ver un poquito de luz, aunque sea tenue, al fondo del túnel.
Aunque la enfermedad haya pasado sus secuelas quedan, son más bien psíquicas que físicas. Y seguimos necesitando ayuda y más ayuda.
Hay algunas personas que tratan de aprovecharse de estos enfermos y de sus familias. Quieren medrar a nuestra costa. Se toman nuestros problemas como un divertimiento más. Tratan de hacer clientelismo de nuestra situación.
Parece mentira que no hayan pasado por una situación parecida y no hayan aprendido un poquito. La vida es bella y hay que vivirla. Los cargos, los honores, las riquezas deben de quedar en segundo plano. Debe de primar la solidaridad, la ayuda a nuestros semejantes, a los que están pasando por un caso parecido al nuestro y volcarse con ellos desinteresadamente, como otros lo hicieron antes con nosotros.
Por eso hoy quiero dar una llamada de atención a la sociedad en general. Los enfermos de cáncer y sus familias no queremos ser bandera de ningún grupo de presión ni político. Tampoco queremos que se juegue con nosotros ni con nuestra situación. Un poco de respeto por favor.