viernes, 23 de noviembre de 2012

El vino del país




Artículo escrito el día 3 de abril de 2003 y publicado en Wadi-As el día 11de abril.
Trasladado aquí en homenaje a mi proveedor de vino del país al que alguno/a de mis seguidores/as le mostrará este corto artículo que no podía exceder de 300 palabras.
Él sabe como nadie cuando hay que pisar, en qué fase de la luna "transijar", cuando hay que abrir o cerrar determinada ventana dependiendo de la orientación; cuando el vino está en su punto, quienes pueden o no entrar en la bodega, dependiendo de su estado hormonal, etc. Toda esa tradición que gira en torno al mejor vino del país de la comarca, tradición heredada de muchas generaciones que por desgracia no van a tener continuidad pues en el Policar, cómo en casi todos los pueblos de la comarca, no hay juventud, ni niños, ni por supuesto futuro. 

El vino del país
3-4-2003
Tati
La semana pasada se celebró la séptima edición de la Feria del Vino del valle de los ríos Alhama y Fardes.
La extensión de terreno dedicado al cultivo de la vid va en aumento en la zona y lo he podido comprobar cuando me desplazo al pueblo de mi madre que no es otro que el Policar (palabra aguda). Allí la elaboración del vino se sigue haciendo de forma artesanal, cada agricultor en su propia casa. Las tinajas son una autentica reliquia histórica. Algunas están fechadas y firmadas por los alfareros allá por los años de 1700, en una palabra, autenticas joyas. Lástima que la “bodega del señorico” desapareciera. Fue un error construir ahí la casa consistorial.
Si la elaboración pasa a realizarse en una bodega industrial es cierto que podría beneficiar la comercialización del vino, pero, probablemente, perdería uno de sus mayores atractivos: su pureza y la no adición de conservantes, colorantes y demás productos que los vinos industriales llevan para su conservación.
Hoy, cuando vas a cualquier bodega de la zona, tienes la completa seguridad de que estás probando auténtico zumo de uva fermentado. Siempre habrá alguno que le añada algo, pero eso es detectado por los que llevan muchos años deleitándose con los caldos de la tierra, si no al momento, algún rato después cuando la cabeza empieza a doler.
El atractivo de ir directamente al cosechero y, mientras llenas tu garrafa de arroba, echar un rato de “cháchara” con un vaso de mosto en la mano y una tapa de "panza" con alguana veta de magro se perderá. Pero a mí me queda la seguridad de que siempre habrá un amigo que haga vino para su propio consumo a no ser que por ley se les prohíba, pero entonces el atractivo del vino del país será mayor por eso del placer de lo prohibido.

¿Por qué será que "Todo lo que me gusta es inmoral, es ilegal o engoooorda"?  Pata Negra

jueves, 22 de noviembre de 2012