viernes, 11 de mayo de 2012

Face Retama


Publicado en Wadi-As en mayo de 2003
Hay en el mundo lugares a los que el trajín de la vida moderna no ha llegado. En ellos se siente la paz y la tranquilidad. Se encuentra uno consigo mismo. Estos lugares están distribuidos por todo el mundo. Dicen que estos sitios tienen fuerzas magnéticas especiales.
Los más conocidos en nuestra península son algunos monasterios y fortificaciones templarias y el más famoso de todos la aldea del Rocío.
No tenemos que irnos tan lejos, a doce kilómetros de Guadix, entre Benalúa y Fonelas se encuentra Face-Retama, lugar que reúne, al menos para mí, las características que he enumerado anteriormente. Consta de una ermita pequeña, una cueva hospedería y junto a ellos el anejo de San Torcuato ya deshabitado. En este sitio cinco mil años de historia, o más, nos contemplan. Fue santuario ibero, paleocristiano, mozárabe, musulmán y nuevamente cristiano.
El sábado y domingo anterior al 15 de mayo se celebra la Romería de San Torcuato. En este lugar, según la tradición, fue martirizado nuestro patrón. Nos juntamos un grupo de personas, que cada año va en aumento. Hay vigilia, iluminación con antorchas, misa y procesión por los alrededores.
Los “cateros”, (antiguos habitantes del anejo de San Torcuato) celebran la fiesta el 15 de Mayo.
La hospedería fue rescatada del abandono por un grupo de cateros liderados por mi buen amigo José Maria Ortiz. Por circunstancias que desconocemos su labor se vio interrumpida y actualmente vuelve a estar abandonado a su suerte. Sirva de ejemplo el que el embaldosado de lo que fue la escuela ha sido parcialmente levantado.
Quiero en primer lugar dar un toque de atención al Obispado y reclamar que no se abandone el lugar y que se proteja de los desaprensivos. En segundo lugar animar a los accitanos a conocer este sitio singular y tercero ¿Porqué no seguir con su recuperación?

domingo, 6 de mayo de 2012

Cascamorras II


Anoche, 4 de mayo, Juan, mi compañero del paseo,que no carrera por la edad, de Cascamorras de los últimos años, Presidente de la Hermandad de la Virgen de la Piedad de Guadix, presentó en el patio central del Ayuntamiento de Guadix su libro "EL CASCAMORRAS, cinco siglos de historia". Una obra que no debe faltar en la bilioteca de cualquier accitano amante de sus tradiciones.
No voy a hacer una reseña del acto, pues la prensa local y provincial se harán cargo de ello. Solamente quiero agradecer a Juan el que haya incluido algunas fotos mías de los años de las cámaras analógicas, sin enfoque automático, por supuesto sin motor y casi sin poder medir la luz para ajustar la exposición.. Eran tiempos en los que la fotografía era conocer la técnica, la composición. la luz, etc. Utilizaba varios rollos de película que iba dejando estratégicamente en lugares de la carrera donde cambiaba el virgen (no seais mal pensados) por el expuesto. Sólo disponía de 36 fotos por rollo y había que seleccionar lo que se fotografiaba.
Luego de regreso a mi casa iba recogiendo lor rollos expuestos y después, largas horas de laboratorio en la despensa de mi casa de maestros en "La Moralea". Ahora sólo es apuntar y "disparar". Ni "pijotera" idea de sensibilidad ASA/ISO, velocidad de obturación, diafragma y su relación con la `profundidad de campo,etc. ¡Cuanto trabajo me cuesta explicarle a algunos amigos esa relación!
Aún sigo metido de lleno en la fiesta, en Baza y en Guadix, unas veces con cámara y otras sin ella, pero no hay año en el que no esté metido en el "fregao".
Saludos a esa amiga que me sigue y que está al día de mis entradas en el blog.  Te prometo ser más constante, si la salud me respeta. El tuyo veo que va viento en popa. No dudes en escribir algo personal pues "comer y arrascar todo es empezar". Espero tu acuse de recibo y tu comentario, pues si no me señalais los errores que cometo, dificilmente puedo progresar.

 A continuación inserto el artículo que para Wadi-As escribí en septiembre del  año 2002.
La foto a la que hago referencia figura en la entrada que hice en agosto del pasado año.

4 de septiembre de 2002
Tati
Cuando hace unos días oía el redoble del tambor, ese redoble tan peculiar, que todo accitano distingue, empezó a recorrer mi cuerpo una sensación  particular que me hizo buscar con la vista el origen de ese sonido, no por ver que anunciaba, lo había reconocido y de sobra lo sabía, sino por volver a ver por las calles la bandera y la figura de Cascamorras.
Enseguida vinieron a mi mente aquellos años en los que mi madre no me dejaba salir por si me pisoteaba la gente o a lo sumo me dejaba ir a la barandilla de la puerta de Santiago en la Catedral, yo por entonces vivía en la calle de la Concepción, y, ¡ojo con volver manchado de pintura!, el agua había que traerla desde el Caño del Hospital. De allí me escapaba por los callejones hasta el Almorejo y sobre la Muralla volver a contemplarlo. Desde ese lugar presencié a lo lejos las juras de bandera de “Tomaíco”. Quería ser grande para yo también poder correr con Cascamorras.
Pasados los años participé saliendo hasta el puente y corriendo muy por delante de él. El miedo a la porra, que decían la mantenía en vinagre todo el año para que fuera más dura e hiciera más daño, me impedía acercarme más.
Me metí de lleno en la fiesta cuando intenté fotografiarla y lo conseguí. Para ello tuve que impermeabilizar mi cámara pues tenía que estar muy cerca e iba a recibir agua y pintura. Durante tres años seguidos,1986, 87 y 88 lo hice así. Aún quedan en mi primera Yashica  FX-2 marcas de almagra, y es que como no te metas dentro, difícilmente puedes captar la esencia de la fiesta.
Pasada esta etapa he sido un participante más, los asiduos se extrañaban de verme sin la cámara y es que no se puede estar en misa y repicando y quería participar a tope.
Una de esas fotos conseguida en el 88 fue galardonada con el primer premio de fotografía convocado con motivo de la feria del año siguiente. Me dieron ocho mil duretes de los de entonces con lo que mejoré en parte mi equipo fotográfico, pero la foto, que quedó en propiedad del Ayuntamiento, no la he vuelto a ver, no sé si con los traslados de estos años se ha perdido o alguien la ha hecho desaparecer ya que era una premonición de lo que iba a ocurrir después. Representaba a Cascamorras, encarnado por mi buen amigo Pícaro, desafiante, porra en alto, ante el Ayuntamiento.
Este año si Dios quiere voy a complacer a mi amigo Ramón, que cada vez que asomo por la Estación sin cámara me lo reprocha, intentaré volver a fotografiar la fiesta en blanco y negro, como siempre lo he hecho. El color en fotografía no me seduce.
Un año más mi esposa me estará esperando a la entrada de la casa con una bolsa de basura para que antes de entrar me despoje de los andrajos llenos de almagra y pase a la bañera.
Que no se os olvide: el lunes un poco antes de las siete de la tarde, con vuestras peores galas, e impermeabilizados con vaselina o, mejor aún, con aceite de oliva en el sitio de costumbre.¡Hasta entonces!