sábado, 21 de noviembre de 2009

Espectáculos en el Teatro Mira de Amezcua de Guadix

21 de noviembre de 2009
Recientemente he asistido a sendos espectáculos en el Teatro Mira de Amezcua de Guadix, concretamente el miércoles 28 de octubre a Malambeando y el 14 de noviembre al concierto de la Banda Municipal de Música con motivo del día de santa Cecilia. En ambos la asistencia fue escasa por no decir mínima.
El grupo Argentina's River Dancers no era conocido y la hora, nueve de la noche, quizás algo tarde. Nos deleitaron con una muestra del folclore de la Pampa y algunos tangos.
La calidad de nuestra Banda de Música está fuera de toda duda, es más reconocida fuera que dentro de Guadix. La hora, siete y media de la tarde, me pareció apropiada para estas fechas. La entrada era gratis.
Después de esto reflexiono en voz alta:
¿Ha dado la casualidad de que he asistido a espectáculos de escaso interés para la mayoría?
¿Se nos ha pasado la fiebre de asistir a los espectáculos programados en el teatro?
¿Se le ha dado suficiente y adecuada publicidad a estos acontecimientos?
Yo sólo pregunto y lanzo hipótesis. Dejo la puerta abierta por si alguien me da una explicación.

domingo, 8 de noviembre de 2009

El trabajo oculto de una hermandad




8 de noviembre de 2009
Tati
Cuando esta tarde, a las 18,30 la imagen de Ntra. Sra. de las Angustias aparezca por la puerta principal de la catedral accitana, muchas horas de esfuerzo e ilusión de bastantes personas habrán quedado atrás. Personas anónimas a las que sólo les mueve su amor por Nuestra Madre y Patrona.
Aparte de las que integran la Junta Directiva, hay otras que van haciendo un trabajo desconocido para muchos, pero que sin él nada se podría realizar. Vamos a relatar lo que se hace desde que la imagen de la Virgen es bajada de su camarin hasta que vuelve allí dos semanas después.

En primer lugar hay que limpiar el trono a fondo ya que durante un año recoge mucho polvo por muy bien tapado que esté. Después se procede a bajar y limpiar la imagen con sumo cuidado, trabajo que sólo es recomendable hacer por manos expertas para no deteriorarla. A continuación se coloca la canastilla o peana en el trono. Mientras, otras personas comienzan la ardua tarea de colocar y apretar todos los tornillos que lleva estando situados algunos en huecos de difícil acceso y en el que hay que trabajar en posturas incómodas.
Fijados todos los tornillos llega el momento más delicado y es el de colocar la imagen en el trono. Se tiene que hacer por pocas personas, a pesar de su mucho peso, ya que el espacio para moverse entre la crestería es escaso . Esta operación se salda con pequeños percances de dedos magullados.

La colocación de la corona de diario, que ha sido abrillantadada tambien, tiene sus problemas ya que no siempre ajusta como sería de desear. Después hay que colocar la cruz y fijarla en el mecanismo que permite que,en algunos tramos, pueda ser bajada para superar el arco de salida de la iglesia de San Diego y hasta hace unos años el arco de la plaza de las Palomas y, aunque no lo parezca, el montaje es muy laborioso pero quien lo lleva realizando año tras año lo hace casi a ojos cerrados.
Donde siempre se discrepa es en la forma de colocar el sudario en la cruz y algunas veces hay que pedir opiniones a los presentes para ver la forma en que mejor queda. En alguna ocasión se ha recurrido a fotos de años anteriores, y es que a unos les gusta de una forma y a otros de otra. El consenso siempre impera.
Las faldetas que tapan los zancos también tienen su secreto para que queden uniformemente en los cuatro costados.
Todo este trabajo hay que deshacerlo porque al llegar a la catedral hay que trasladar la imagen hasta el altar mayor donde permanecerá durante la septena. El domingo de su festividad hay que volver a realizar el mismo trabajo anteriormente descrito una vez finalizada la misa de pontifical, sobre las dos de la tarde. En poco menos de cuatro horas hay que dejarla lista para el desfile procesional para que aparezca radiante ante los ojos de los miles de accitanos que la esperamos en la placeta de la Catedral para acompañarla fervorosamente a su templo.
Tras tres horas justas de procesión llega a su templo de San Diego y es colocada en el lateral derecho hasta el martes siguiente, día en el que proceden a desmontar, guardar y ubicar en su sitio cada uno de los enseres y herramientas utilizadas en este proceso.
Vaya por ello mi reconocimiento a todas estas personas que sin usar traje de etiqueta ni querer salir en las fotos y videos, hacen que, año tras año, los accitanos y devotos de otros lugares contemplemos a nuestra Excelsa Patrona por las calles de Guadix con todo el esplendor que podemos darle pero que no es ni con mucho el que Ella se merece.

lunes, 2 de noviembre de 2009

¿Qué hacer con nuestros difuntos?






¿Qué hacer con nuestros difuntos?
Tati.
02-XI-2009
Creo que hoy es el mejor día para reflexionar un poco sobre un tema que está causando ya problemas en algunas localidades y es éste ¿qué hacer con nuestros difuntos cuando los cementerios están completos?



Hagamos un poco de historia: Cuando el “homo” aparece sobre la Tierra no tiene ese problema y es que al morir era abandonado por los de su horda y sería devorado por los depredadores y cuando no, servía de alimento a sus propios congéneres en época de escasez o habitualmente como lo demuestran los yacimientos de Atapuerca.
Después, cuando el hombre toma conciencia del más allá y de la vida de ultratumba, empieza a practicar ritos funerarios incinerando el cadáver, enterrándolo en posición fetal en vasijas parecidas a las actuales tinajas del vino, o con la cabeza cortada y puesta en los pies junto a un cervatillo como en Cueva Morín en Santander, o construyendo lo que se creen mausoleos como los dólmenes de Gorafe o la Cueva de Menga en Antequera.
Otras culturas excavaban sepulturas colectivas en la roca a modo de cueva que taponaban con una piedra. Allí depositaban el cadáver hasta el fallecimiento de otro miembro de la tribu, momento en el que arrinconaban los huesos del anterior y colocaban al nuevo en el sitio que ocupaba el primero .
De todos son conocidas las prácticas funerarias de los egipcios, las de los poderosos claro, con sus embalsamamientos (momias) y construcción de hipogeos, mastabas y pirámides.



En la Roma imperial los cristianos eran enterrados en catacumbas, una cosa parecida al cementerio de Belerda, pero con varios centenares de metros. Después se buscó cobijo junto a las iglesias y los que podían se hacían construir su última morada en el interior de los templos lo más cerca al altar mayor que su posición social y económica le permitían. Esto duró hasta el pasado siglo (el XX) en el que se suprimen los últimos cementerios en el interior de la población como es el caso de Beas de Guadix.
Los musulmanes accitanos enterraban a sus muertos en la actual placeta de Osario, en la Bovedilla.
Aquí en nuestra catedral tenemos varias sepulturas, entre ellas la de D. Juan de Dios Ponce. Los huesos de obispos y sacerdotes junto con sus ornamentos y féretros se amontonaban, hasta hace pocos años en que fueron trasladados al cementerio municipal, debajo de la sacristía del Sagrario.



Últimamente se está produciendo una saturación de los cementerios debido a la moda del entierro en nicho. En Guadix el patio 3º de San Fandila ya está completo y yo lo recuerdo sin nichos
Es verdad que se están construyendo nuevos nichos en el patio que hay detrás de la capilla, pero en pocos años seguro que se llenará. En Granada se están planteando ampliar su cementerio.
¿Qué hacer? ¿Agregar más terreno como se hizo en los años cuarenta con el primer patio? ¿Quizás clausurarlo al estar cercanas las edificaciones de los vivos? El tiempo lo dirá.
Pero yo creo que debería empezarse a tomar medidas para que la saturación de los camposantos sea un problema lo más tardío posible. Para ello los ayuntamientos podrían primar e incentivar la reutilización de nichos por otros familiares, al fin y al cabo después de cinco años nos quedamos en un pequeño liote que cabe en una bolsa de la compra del supermercado y eso se puede colocar junto a un ataúd. Así se podrían estar usando durante bastantes generaciones.
Pero nos encontramos con un problema que es el culto a los muertos con miles de años de antigüedad, y algunas mandas testamentarias de no querer compartir la última morada con otro/a y que nuestro nombre perdure allí el mayor tiempo posible y sólo, sin otro que nos haga sombra.
Este es un problema bastante serio que debemos empezar a solucionar ya aunque sea por puro egoísmo y es que aunque no sabemos cuando nos visitará “la Parca” al menos que nos garanticen, además de la pensión, un sitio donde nuestros huesos descansen en paz.
¿Puede ser la incineración parte de la solución?