jueves, 21 de marzo de 2013

Semana Santa Accitana


31 de marzo de 2012
Sí la fecha es correcta lo escribí hace un año, pero no he tocado nada desde entonces y sigo manteniendo las mismas ideas y opiniones. Así que, como si lo hubiese escrito hoy.
¿Sobre qué escribo?
Toca Semana Santa.
En principio y para que no creáis que hablo de oídas os digo que he sido miembro de la Junta Directiva de dos hermandades accitanas. He participado en programas de radio, tertulias sobre el tema que hoy nos ocupa y hasta he retransmitido en directo por radio durante varios años las procesiones de Semana Santa. Así que, creo, escribo con conocimiento de causa.
En primer lugar quiero hacer notar que utilizo la palabra procesión no estación de penitencia *. Para mí y para las personas de mi edad el sacar las imágenes a la calle es una procesión en el sentido de la acepción 2 que el Diccionario de la RAE le da a esta palabra.
En Guadix hace ya bastantes años cuando "yo era un chavalillo ......." en la Semana Santa se hacían procesiones y se redactaba un programa en un folio doblado por la mitad en el que se informaba de los itinerarios y horarios de salida de las distintas hermandades. A lo sumo se hacía un cartel en acuarela o témperas que después se pasaba a la imprenta. Las imágenes iban sobre "tronos" en andas con porteadores pagados por la hermandad y reclutados entre los jornaleros de la ciudad que así, ese día, levaban a su casa unas pesetas. Normalmente había cuadrillas enteras dirigidas por su capataz que sacaban una o dos imágenes en la semana. Después las cuadrillas fueron menguando y el relevo generacional no llegó. Quizás no fuese necesario para la economía familiar ese ingreso extra y pasaron a ser espectadores. En fin, que a la mayoría de los "tronos" hubo que acoplarles el chasis y ruedas de un coche y así procesionar, jugándose literalmente la vida los conductores y los ayudantes que achuchaban cuesta arriba y frenaban cuesta abajo. No iban muy bien de frenos aunque no tengo noticias, que recuerde, de ningún accidente serio, alguno se pilló un pié, una mano salió magullada al ponerla donde no debía, pero de ahí no pasó. ¿Os imagináis un trono sin frenos por la calle San Miguel abajo?
Algunas hermandades dejaron de salir por falta de hermanos y otras causas.
Después vino el boom de los "costaleros" que no eran tales al llevar los pasos sobre los hombros, la mayoría, que no a costal. Las procesiones fueron recuperándose y, lo que menos me gusta, despersonalizándose al tratar de imitar a las de Sevilla o la cercana Granada. Así se le incorporaron ciriales, incensarios, jóvenes con dalmáticas, libros de reglas con tapas bordadas o repujadas. Antes de que me lo echéis en cara, yo, por mi cargo era el encargado de llevar el libro de reglas, pero como no había reglas llevaba el de actas con unas tapas primorosamente bordadas. Se fue incorporando la mujer, que dejó de ir de camarera con mantilla, a penitente (que no nazarena) y si os fijáis bien veréis bajo el capuchón, que no capillo, muchos y bonitos ojos de mujer. Cada vez van más mujeres en las filas que hombres.
Los niños cuando empiezan a crecer sólo quieren ser costaleros. Hay pasos portados íntegramente por mujeres como los de la hermandad de "La Estrella", un paso de "Los Favores" y no sé si alguno más. Aprovecho para agradecer a la hermandad de la Estrella el permitirme compartir con todos ellos los momentos emocionantes que se viven minutos antes de que la puerta se abra y entre el rayo del sol poniente para iluminar el paso de misterio y la Virgen, que, dependiendo de la fecha, llega a darle directamente en la cara o no. Os aseguro que a mí también se me han saltado las lágrimas muchas veces y el visor de mi cámara se quedaba "nublado" y prefería emocionarme con ellas a fotografiarlas, aunque confieso que he hecho fotos muy emotivas, considero que son íntimas y privadas y no las publico.
Volviendo al tema que me ocupa creo que nuestra Semana Santa ha dejado de ser nuestra para convertirse en una imitación de las de otras ciudades andaluzas. Las de antes eran más castellanas.
Decía más arriba que sólo se hacía un programa y algunos años un cartel. Ahora cada hermandad hace su cartel, su programa, aparte del oficial. Yo me pregunto ¿qué sentido tiene el que cada hermandad haga su cartel como si de un acto, iba a decir espectáculo, cultural se tratara? ¿Salen a hacer penitencia o a exhibirse sobre todo los que portan la imagen? Los aplausos que se dan al hacer una levantá ¿a quien se los dedican a la imagen o a los que van debajo? Creo que lo segundo si no para qué tanto cartel y tanta parafernalia que cada día va a más. Para hacer pública profesión de fe no hace falta tanto lujo y gasto innecesario. A su favor tienen que muchas personas viven de realizar estandartes, pasos, túnicas, vender flores, cera, etc.
Yo creo que deberíamos ser más austeros en nuestras procesiones y convertirlas en auténticas estaciones de penitencia.
Y vuelvo a preguntar ¿Por qué nos volcamos con una imagen sea una "Virgen" o un "Señor" y la procesión del Corpus, a la que sí deberíamos ir todos los cristianos, perdón, católicos apenas van las directivas de algunas hermandades, que no todas, los niños y niñas de primera comunión y pocas personas más? ¡Será por el calor!
Una procesión de Semana Santa ¿es una manifestación religiosa, un acto cultural, folclórico, turístico, o que es? Yo no sé como catalogarlo. Tranquilos, que ya estará alguno diciéndome, como me lo han dicho, que con que vaya una sola persona con fe basta. Y los demás entonces ¿a qué van? 

*Siguiendo el DRAE, lo correcto sería decir: "vamos en procesión a hacer estación de penitencia a la Catedral"