14
de octubre de 2013
El
tema informático de actualidad es la seguridad y la confidencialidad de
los datos que transmitimos, bien por correo, chat, nube, etc.
Ya
no sólo utilizamos PCs y portátiles, Ahora tenemos los teléfonos
móviles. Estos últimos tienen programas para casi todo lo
relacionado con la comunicación. Voz, imágenes y datos.
La
mayoría de estas aplicaciones ya vienen instaladas con el sistema
operativo Android y por mucho que lo he intentado no logro
desinstalarlas porque... algunas..., ¡maldita la gracia que me hacen!
Unos
de los programas más utilizados en la actualidad con el móvil son
los chats. El más popular es WhatsApp y compitiendo con él, a
distancia, LINE.
Whapsat
no me funciona porque dice que ya me tiene enganchado, que me han
estado costeando un año y que ahora tengo que pagar para que me den
servicio otra vez. ¿Os suena esta táctica?. Ya la desarrollé en
otra entrada del blog (Drogas de diseño). Así que ¡hala!...... a
pagar.
Dicen que no guardan nada de las conversaciones. ¿Si ellos lo dicen? pues será así.
Las ventajas del correo electrónico en rapidez en el envío y recepción de documentos de todo tipo son indiscutibles. Por ley en España, aunque se entreguen al destinatario, por eso de la psicosis de seguridad que nos generó el 11-S primero y el 11-M después, una copia ha de estar almacenada un cierto tiempo en los servidores de la empresa que nos presta el servicio, para poder prevenir actos delictivos. Lo mismo ocurre con el registro de llamadas telefónicas.
Dicen que no guardan nada de las conversaciones. ¿Si ellos lo dicen? pues será así.
Las ventajas del correo electrónico en rapidez en el envío y recepción de documentos de todo tipo son indiscutibles. Por ley en España, aunque se entreguen al destinatario, por eso de la psicosis de seguridad que nos generó el 11-S primero y el 11-M después, una copia ha de estar almacenada un cierto tiempo en los servidores de la empresa que nos presta el servicio, para poder prevenir actos delictivos. Lo mismo ocurre con el registro de llamadas telefónicas.
De
las redes sociales, mejor ni hablar. Parecen "Radio Patio" y una
pasarela de nuestras actividades que no dudamos en publicar: desde,
donde hemos pasado las vacaciones con sus correspondientes fotos,
hasta las mas insospechadas actividades que nos podamos imaginar. La
culpa no es de las redes sociales sino nuestra que las divulgamos y
luego no hay forma de eliminarlas.
Cuando
aceptamos a un amigo en una red, estamos aceptando a sus amigos y a su
vez a los amigos de estos, etc. De ahí el nombre de red. Con lo que
cualquiera tiene acceso a nuestro perfil y publicaciones.
Así
que antes de darle a enviar, pensemos muy bien lo que hacemos pues
cosa que subas a la red dejas de tener el control sobre ella. Si son
fotos más. Lo digo por experiencia. Pero lo peligroso de esto es el uso que las grandes
empresas hacen o pueden hacer con nuestros datos que alegremente les
entregamos y que autorizamos a que hagan el uso que quieran, incluso
venderlas a terceros. ¿Habéis intentado comprobar si el yogurt, el refresco o la
cerveza que nos hemos tomado tiene premio? ¿No?. Hacedlo y veréis
como lo primero que nos piden son nuestros datos personales. Y
nosotros picamos regalando todos nuestros datos a esa empresa. Luego
empezamos a recibir correos electrónicos, SMSs al móvil o llamadas
de voz intentando vendernos algo y nos preguntamos:
-¿Cómo saben hasta nuestro nombre?
-¡Se lo hemos dado nosotros!
Los buscadores ¿qué algoritmos utilizarán para colocarte publicidad de lo que creen que te puede interesar, mejor dicho, SABEN, cerca del lugar donde estás conectado a Internet?
-¿Cómo saben hasta nuestro nombre?
-¡Se lo hemos dado nosotros!
Los buscadores ¿qué algoritmos utilizarán para colocarte publicidad de lo que creen que te puede interesar, mejor dicho, SABEN, cerca del lugar donde estás conectado a Internet?
Hace
unos días recibo un correo proponiéndome a tres personas con
nombres y apellidos para que las incluya en una red social. No tengo
amigos ni nada de nada en esa red. Sorpresa ¡cómo no las voy a
conocer si son las personas con las que más correspondencia
intercambio!
Me
dice un amigo que el control lo realizan máquinas, y yo le pregunto:
¿Quien ha diseñado esas máquinas, programas, etc.? ¿Quien tiene
acceso a ellas? Pues personas que utilizan los datos para lo que les
interese, con nuestro consentimiento o sin él.
En
fin que adiós a nuestra intimidad en las comunicaciones.
Tendremos
que volver a la comunicación verbal y cara a cara. Es más
espontánea y podemos ver las reacciones de nuestro interlocutor y
aclarar al momento los malentendidos que se pudieran dar. Esto no
siempre es posible y es cuando echamos mano del teléfono, correo electrónico y, por supuesto, los chats.
Esto no quiere decir que no utilizo los chats. Lo hago aprovechando sus ventajas, que sin lugar a dudas las tienen. ¿Verdad......?
No
creáis que estoy en contra de las modernas tecnologías de la
comunicación, al contrario, las uso siempre que las necesito. De lo que estoy en contra es del uso
abusivo que de ellas se suele hacer.
Como todo,
hay que usarlas con moderación y pensando que muchas veces lo más
importante en ese momento no es contestar al teléfono o al pitido del chat.
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