Escribía
en mi anterior entrada sobre el acoso al que estamos sometidos
continuamente, bombardeándonos con ofertas más o menos tentadoras
para que cambiemos nuestras predilecciones hacía una determinada
empresa de servicios, sean de telefonía, banca, eléctrica, etc.
Cito estas por ser las más frecuentes o al menos las que yo percibo.
Todas
nos ofrecen algo a cambio de que nos cambiemos. Tarifas más bajas
durante un tiempo, intereses más altos que la competencia etc. etc.
¿Qué
están premiando con esto? el que nos cambiemos a su empresa.
Cuando
pasa el tiempo nos damos cuenta que nadie da duros a cuatro pesetas y
hay algo que no es que nos lo oculten sino que lo dicen a medias, y
una verdad a medias es también una media mentira, pero como las
mentiras no se pueden dividir, pues nos están mintiendo en mayor o
menor medida.
Me
gusta poco cambiar de proveedor de servicios, sea cual sea. Un amigo,
cuando me ve probando y poniéndome al día en mis aficiones y las
cosas no salen como debieran o simple y llanamente dejan de funcionar
sobretodo el ordenador, me dice: "si algo funciona ¿por qué lo
cambias?" Si no investigamos no avanzaríamos. Pero no me estoy
refiriendo a esto. Si a mí me va bien con una empresa ¿a qué
cambiar?
Muchas
veces cambiamos porque nos va mal o nos está haciendo alguna faena,
y otras porque nos regalan algo que luego nas van a cobrar con
creces. Un televisor si llevo la nómina, el terminal del teléfono hasta hace poco lo regalaban, ahora hay que pagarlo con el agravante
de que no es libre, si no que sólo sirve para utilizarlo con su
tarjeta. Creo que eso es una estafa, pero en fin, eso es lo que
tenemos y ¿nos lo merecemos?
Bueno:
y ahora ¿que pasa con los que llevamos con el mismo proveedor de
teléfono, móvil, internet, banco, etc. mucho tiempo a pesar de que
se fusionen, como ocurre con los bancos o cambien de nombre? Ni
acordarse de nosotros. Antes, los bancos nos daban un almanaque por
Navidad, ya, ni eso.
Así
que estoy pensando en "ser infiel sin mirar con quién"
sólo por joder.
No
penséis mal......, estoy utilizando la segunda acepción del DRAE... y
me estoy refiriendo a los bancos y al teléfono. ¡¡¡¡Joder!!!!.
Llevas toda la razón,al final todas las compañías van a sus intereses particulares y encima nos hacen creer que nos están regalando algo. Muchos hemos caído en esa trampa.
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